
Era bastante humilde en su modo de vida (andaba descalzo y nunca juntó mucho dinero), se cuenta que era muy honesto e inflexible con la justicia (no se dejó manipular por ciertos políticos, aunque se jugó con ello la vida) y, según todos los que le conocieron, era feo, cosa que no tiene nada de bonito en una sociedad donde casi todo el mundo cuida su imagen y piensa que es lo mismo lo que eres y lo que pareces (y ¿cómo van a ser cosas diferentes?). Así lo describió alguien (alguien que le quería):
"A Sócrates, señores, yo intentaré elogiarlo de la siguiente manera: por medio de

Cuando le escucho, mi corazón palpita más que el de los poseídos. Sólo ante él de entre todos los hombres he sentido lo que no se creería que hay en mí: el avergonzarme ante alguien. Sabed que no le importa nada si alguien es bello, ni si es rico, ni si tiene algún otro privilegio de los celebrados por la multitud. Por el contrario considera que todas estas posesiones y que nosotros no somos nada. Pasa toda su vida ironizando y bromeando con la gente, pero cuando se pone serio y se abre, no sé si alguien ha visto las imágenes de su interior. [Platón. Banquete. 215a y ss. Extractos]

La belleza interior (oí decir en una peli de guapos playeros) es para los perdedores.
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