Los que, entre aquellos, demostraban más aptitudes para la filosofía, se convertían en “matemáticos”, discípulos directos, que escuchaban al mismísimo Pitágoras y podían hacerle preguntas y recibir razones.
Estos últimos aceptaban a la vez unas costumbres y formas de vida establecidas por Pitágoras. Entre ellas, no comer carne (o sea, eran vegetarianos), porque creían que todos los seres se pueden reencarnar en otra especie. Dedicaban su vida a intentar hacerse sabios y perfectos mediante el conocimiento.
Hoy tal vez diríamos que formaban una especie de secta filosófica o monasterio.
Por todo eso las enseñanzas de la escuela eran bastante secretas (herméticas), y es difícil saber qué creía el propio Pitágoras, quien, además, parece que no dejó ningún libro escrito.
La principal enseñanza que se le atribuía era que
la esencia de todas las cosas es Número.
Eso podría entenderse como que todo lo que vemos (o creemos ver), las cualidades tales como colores, sonidos, olores, y demás, son sólo apariencias, es decir, la forma en que se nos aparecen (por ignorancia nuestra) las cosas, que en sí mismas son de naturaleza cuantitativa, abstracta.
Dice la anécdota que esta teoría se le ocurrió a Pitágoras un día que oyó golpear varios hierros a un herrero y advirtió que los sonidos musicales (los de la escala) se corresponden con medidas matemáticas muy simples (1/2, 2/3, 3/4…)
La Ciencia moderna, que empezó con Galileo y compañía, busca la matematización de toda la naturaleza. Según Galileo, los números son el lenguaje en que está escrito el libro de la Naturaleza. Aunque los pitagóricos le daban también un sentido sagrado y metafísico a los números.
Ahora bien, existe una gran discusión filosófica: ¿Puede todo reducirse a número?
Algunos filósofos (y científicos que se ponen a filosofar), creen que sí. Entre los científicos modernos cabe mencionar al gran físico Heisenberg.
Otros, como Aristóteles, piensan, en cambio, que siempre habrá algo irreducible a número o a nociones geométricas, porque es imposible lógicamente, creen, explicar el movimiento y el cambio (el tiempo) a partir de simples nociones totalmente estáticas e inmutables.
¿Qué crees tú? Piénsalo un rato.
La teoría pitagórica del Número se aplica también al arte, a la producción de cosas bellas. Para un pitagórico lo bello es lo que cumple una buena proporción y orden, lo que se atiene a normas matemáticas muy simples. Buscad, por ejemplo, información sobre la Proporción Aúrea.
¿Crees que lo bello tiene una relación directa con la proporción y los números? ¿No son bellas algunas obras que muestran lo informe, como las de la última época de Goya o los Simpson?
Por supuesto el número principal era el Uno, al que consideraban el primero de los dioses y el elemento formal de todo el cosmos. Desde luego toda cosa tiene unidad, y sin unidad ninguna cosa tiene identidad. Por tanto lo Uno está en todas partes, aunque no está en ninguna en estado puro, porque en todos los seres está mezclado con otras características. El Uno puro está fuera de todas las cosas, como Dios.
El Dos era, claro está, el segundo en importancia. Lo llamaban la “madre” o matriz, porque el par sirve para duplicar cualquier cosa. Era, pues, el elemento material, que junto con lo Uno, daba lugar a todas las demás cosas.
Un número muy importante era la Década (el Diez), que era la suma de los cuatro primeros números (1+2+3+4). A este número lo llamaban la Tetractys, y se dice que juraban por ella (tan sagrada la creían –aunque a algunos dioses no les gusta que juren por ellos-).
La otra parte de su enseñanza era que el Alma es inmortal y se reencarna en otros cuerpos. (Esta enseñanza también la sostienen los hindúes, y puede ser que haya habido alguna influencia hindú en la enseñanza de Pitágoras).
Quiza es cierto que lo primero que aparece en nuestra inteligencia sean las matematicas, ya que desde el primer momento que existimos lo sabemos y sabemos que somos una unidad, somos uno, y deducimos que habran mas como nosotros, 2, 3, 4...
ResponderEliminarsí el mundo esta formado por numeros y en casi todas las cosas se pueden leer creo que incluso hasta en los sonidos. Pero estoy con Aristoteles en que existe algo inteligible y que carece de numeros, como por ejemplo el amor que nadie lo puede medir ni la libertad, ni la paz, pero si son cosas que existen.
Farra, ¡pero qué idealista eres, chiquilla! ¿Cuál es ese amor-sin-medida de que hablas?
ResponderEliminarLos pitagóricos creían que, por ejemplo, la Justicia es el Tres. No me acuerdo ahora qué número le asignaban al amor. ¿Tú le asignarías el infinito, entonces? Ellos no, porque el infinito les parecía malo (no tiene medida, y para un pitagórico eso es lo peor que te puede pasar).
hola de nuevooo! jeje
ResponderEliminarrespecto a lo anterior yo tambien habria pensado como farra, pero no sabia lo que has dicho tu joseantonio que le designaban numeros: ala justicia , al amor...etc.
pero entonces el infinito no lo utilizaban ?
( ya que , comprendo que para un pitagorico seria algo...duro jeje) o al ser algo como malo , solo por ejemplo para la muerte o algo asi?.
María, no sabes la tirria que le tenían al pobre infinito. Se dice que ellos descubrieron que algunas medidas no eran reducibles a números naturales (1, 2, 3…). Concretamente, la diagonal de un cuadrado cuyos lados midan 1 (¿un qué..?), que es raíz cuadrada de dos, es un número “irracional”, (con infinitos decimales). Y dice la leyenda que al primero que se le ocurrió divulgar esa verdad los demás pitagóricos le molieron a palos y lo echaron de la escuela, (sin devolverle el dinero que había puesto para la causa, claro). Otra versión dice que fueron los dioses, que le hicieron ahogarse. Y algunos, en fin, dicen que todo eso es una metáfora, para significar que quien piensa en números irracionales (es decir, que no se atienen a “razones” exactas), cae en el mar de la ignorancia y se ahoga en la irracionalidad.
ResponderEliminarTodavía hoy algunos filósofos y matemáticos (y también un servidor) no están muy a gusto con ese concepto, que no es ni par ni impar, cuya mitad es igual de grande que el todo, y otras cosas del diablo. Será falta de madurez. ¿Tú cómo te llevas con el (o los) infinito(s)?
ves la misma leyenda dice que los mismos pitagoricos descubrieron que habia un infinito y por que resistirse a adentrarse en el como en los numeros racionales.
ResponderEliminaryo me llevo bien con el infinito porque a lo mejor es alli donde se encuentra el amor sin medida del que hablo o la paz que todas las generaciones han buscado sin encontrar, quiza por que hemos dedicado demasiado tiempo a estudiar los numeros racionales.
hablo en forma metaforica, ahora en serio, si que relaciono mucho la metafisica con el infinito, por que es igual de grande y desconocida.
bueno yo pienso que hoy en dia el infinito lo tenemos como algo inalcanzable y que al compararlo por ejemplo con el amor , es algo que no puedes ni representar con un numero concreto de lo grande que lo consideras.
ResponderEliminarpero tambien entiendo a los antepasados , especialmente como ya dije a los pitagoricos ya que , al no tner un numero concreto ellos , era algo muy frustante.
por otro lado , estoy deacuerdo con farra porque yo por ahora( a no ser que poco a poco ,tengamos mas amplitud sobre este tema y pueda cambiar de opinion) ,relaciono bastante la mesafisica con el infinito.
Bueno, vamos a ver. Es que los pitagóricos entendían por infinito (tal vez correctamente) lo que, siendo múltiple, carece de límites y es “informe”. Creo que lo que Farra y otros soñadores quieren decir del Amor y la Paz es, más bien, Absoluto.
ResponderEliminarPero todo se puede apañar. Filósofos posteriores (por ejemplo, Tomás de Aquino y Descartes), distinguieron dos tipos de Infinito, el positivo y el negativo. El positivo sería aquel que no tiene límite porque es absoluto (por supuesto eso sólo era aplicable a cosas perfectas, como Dios, el amor fárrico o yo). El infinito negativo es aquello que carece de forma y se desborda por todas partes (por ir tal vez a menudo al McDonald). El negativo se aplicaba a la materia prima, que es indefinidamente divisible y nunca alcanza su última medida (y ¿para qué sirve que algo se siga dividiendo si siempre encuentras lo mismo?). Por supuesto, esa materia no existe en ninguna parte, porque toda división acaba produciendo partes diferentes ¡y eso es precisamente lo que querían decir los pitagóricos, que lo indefinido no existe!
Sigo dando la enhorabuena a cuantos participáis, aunque ya nos estamos acostumbrando a un muy buen nivel.