-No des a la enseñanza una forma que les obligue a aprender por la fuerza.
-¿Por qué?
-Porque no hay ninguna disciplina que deba aprender el hombre libre por medio de la esclavitud. El alma no conserva ningún conocimiento que haya entrado en ella por la fuerza.
-Cierto.
-No emplees, pues, la fuerza, mi buen amigo, para instruir a los niños; que se eduquen jugando, y así podrás también conocer mejor para qué está dotado cada uno de ellos.
(Platón)

sábado, 6 de marzo de 2010

Lecciones de Humeildad (Hume I)

Esta claro (por lo menos para David Hume) que todo lo que sabemos empieza por experiencias simples y concretas, del tipo “aquí hay una mancha roja”.


Las ideas compuestas (como, por ejemplo, esta pantalla de mi ordenador) está hecha con ideas simples (las diferentes manchas de color, textura, etc).

Y las ideas abstractas, como ‘pantalla’, ‘ordenador’ o ‘yo’ se forman por amontonamiento de ideas concretas o particulares. Por ejemplo, mi idea de Ordenador, es la acumulación de todas mis experiencias en las que he visto algún ordenador, mi idea de ‘Humano’ se ha formado como una media de todas mis experiencias de ver un ser humano, etc. Las experiencias concretas se almacenan en la memoria y van dando lugar a ideas generales.

(Las ideas innatas de los platones y descartes son puras ficciones, desde luego.)

Entonces ¿qué podemos saber, teniendo en cuenta que todo empieza con algo aparentemente tan endeble como la experiencia concreta?

-Parece que puedo estar totalmente seguro de cosas como “ahora está lloviendo” (si lo estoy viendo), o “estoy delante de mi ordenador” (si percibo que lo estoy).

(La duda cartesiana, de si existen los cuerpos, no tiene sentido, porque no tiene respuesta empírica. Podemos ignorarla olímpicamente, cree Hume).

-Pero, claro, las personas no nos limitamos a hablar de lo que estamos viendo ahora, ni siquiera de lo que vimos ayer o hace tres años, sino incluso de lo que va a pasar en el futuro. Algunas personas (llamadas científicos) hablan con gran seguridad y gran porcentaje de aciertos sobre el futuro. ¿Cómo lo hacen?

Básicamente hacen como nosotros: ven que ciertas cosas ocurren después de ciertas otras, y luego imaginan una norma de cómo se repiten las cosas. Si las futuras experiencias les dan la razón, decimos que su “hipótesis” era buena. Aunque, claro, ninguna hipótesis puede ser válida al cien por cien, salvo que hayamos visto ya todos los casos a los que se aplica. Todas las leyes interesantes (por ejemplo, que los cuerpos se atraen entre sí) siguen abiertas al futuro.

¿Cómo sabemos que se cumplirán?

Algunos piensan que, aunque no estemos del todo seguros, cuantas más veces hayamos visto que se cumple una ley, más probabilidades tenemos de que vuelva a pasar. Pero, Hume se dio cuenta (y muchos antes que él), esto no tiene una base lógica. ¿Cómo es que porque una cosa haya ocurrido muchas veces de la misma forma, debe ocurrir igual mañana?

¿Cómo podemos saber que las leyes de Newton, por ejemplo, seguirán cumpliéndose dentro de un segundo, o mañana, y no nos desintegraremos todos? No hay nada en lo que ocurre ahora que implique que tiene que ocurrir así.

Según Hume, lo único que nos lleva a pensar de esa forma es el hábito (siempre ha ocurrido), y nuestra creencia (injustificada) en que la naturaleza tiene que cumplir siempre unas mismas normas. Si nos ponemos tiquis-miquis, no hay fundamento lógico para la ciencia (este es el llamado “problema de la inducción”).

-Por si fuera poco, ciertas personas (todos, en realidad) afirman que ciertas cosas son, han sido y van a ser siempre así. Por ejemplo: "2 + 3 = 5", o "el triángulo tiene tres ángulo"… ¿De dónde viene esa certeza absoluta, si todo lo hemos sacado de la experiencia particular, en un aquí y ahora?

Hume cree que estas verdades “eternas” lo son sólo porque no tratan de nada real, sino que son simples “relaciones entre ideas” (son formales, no materiales). ‘Dos’ y ‘Par’ se relacionan necesariamente de forma que la primera no puede ir sin la segunda. Pero eso es porque no son cosas naturales, es más, no son siquiera cosas, sino simples relaciones de ideas.

-¿Y eso de ‘pienso luego existo’, o ‘Dios existe porque es perfecto’? (o sea, la metafísica) Estas frases, según Hume, más que verdaderas o falsas son sin sentido. ¿Por qué? Porque, aunque prentende hablar de la realidad, no hay ninguna experiencia a la que podamos llamar ‘Yo’ o ‘Dios’.

¿Qué es eso de Yo, por ejemplo? Yo no soy más que una colección de experiencias, una detrás de otra, y nada más aparte de eso. Hume asegura que él no tiene ni idea de sí mismo, aparte de la colección de recuerdos que tiene.
Y esto vale para todas las sustancias, porque lo único que experimentamos son cualidades (de esas supuestas sustancias), no las sustancias mismas: estas, por tanto, no existen (no tenemos derecho a decir que existen).

Como se ve, si nos atenemos al principio empirista radical, se puede saber muy poca cosa: apenas lo que estoy viendo, lo que tengo la costumbre de esperar, y verdades vacías como las de la lógica y las matemáticas… O ¿ni siquiera?

La verdad es que ni siquiera eso, porque ¿qué significa que yo “sé” algo? Sólo significa que tengo un sentimiento muy fuerte (llamado “creencia”) de que es así. Pero las creencias no son lo mismo que el saber, y no hay manera de salir de las creencias.

Así que, si somos honestos, nos daremos cuenta de que no podemos estar ciertos de nada. A esto se le llama escepticismo. Hume, de todas formas, admite que nadie puede ser sinceramente escéptico (tendría que callarse, para ser coherente), pero sí tenemos que creer que no sabemos nada cierto.
Pero las peores de las creencias son las de los filósofos y los teólogos, porque estas, a diferencia de las ciencias materiales, ni siquiera se apoyan en experiencias concretas.

Hume llega a recomendar que se tire al fuego todo libro que no trate de ciencias naturales o de matemáticas y lógica.

¿Qué crees? ¿Deberíamos, de una vez por todas, deshacernos de todo lo que no sea ciencia natural, matemática y lógica?
¿Qué libros habría que tirar al fuego?
¿Habría que tirar al fuego el libro de Hume, o no?

4 comentarios:

  1. Bueno antes de dejar mi comentario presentarme. Soy Roberto, amigo de Lledó y estudio Ingeniería en Telecomunicaciones.

    Es cierto que los hábitos diarios, la costumbre...nos permite establecer una relación muy próxima con lo venidero. Sin embargo no podemos estar seguros al 100% de lo que ocurrirá dentro de dos días. La experiencia nos ha permitido adquirir el conocimiento de lo que vemos: mañana a las 07:00 saldrá el Sol, me levantaré de la cama, andaré pisando el suelo, hablaré, etc.
    Sin embargo nada me permite asegurar que eso vaya a ocurrir. Tengo la sensación de que lo he estado viviendo durante una serie de años volverá a ocurrir. Sin ebargo nada me pemite asegurar que vaya a ocurrir.

    Entonces, ¿deberíamos deshacernos de todo lo que no sea matemática, lógica,ciencia natural? Sí, y es más, deberíamos deshacernos de todo. ¿Por qué? Porque al fin y al cabo todo son experiencias vividas. Toda demostración, explicación proviene de un conjunto de acontecimientos que nos han permitido desembocar en una solución. Por lo tanto, como todo es experiencia, todos los libros deberían de ser quemados, pues por muy coherentes que sean, sus cimientos son meras experiencias que pueden ceder en cualquier momento.

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  2. Roberto, antes de nada. bienvenido. Espero que en adelante nos sigas contando tus creencias y experiencias (¡aunque no las saques de los libros!).
    Me alegra mucho ver que un ingeniero tiene esos pensamientos (hay gente, que no os conoce, y que os imagina a todos como máquinas incapaces de pensar en otra cosa que en fórmulas matemáticas aplicadas).

    Me permito señalarte algunos puntos que merecería la pena discutir más (si te parece), dado que esta entrada, sin ir más lejos, trata de Hume y el empirismo:
    Dices que no podemos estar seguros al 100% de lo que ocurrirá. Pero ¿podemos estar seguros en algo más que el 0%? ¿Cuánto? (Esto es importante, porque si no se puede superar el 0%, la ciencia, aunque funcione de momento, se queda con la misma base que la magia...)

    Lo que dices de que todo, en verdad, es experiencia, es algo que han defendido algunos muy bien desde otros puntos de vista. Por ejemplo, el budismo zen dice que tienes que vivir el presente, intentar sentir plenamente lo que está pasando ahora, no el futuro o el pasado, porque eso ya es construcción mental, artificial... Pero eso no se carga sólo los libros de religión y filosofía, sino también los de ciencia (incluida, me temo, la ingeniería de telecomunicaciones). ¿Cómo intentas salvar esa aparente dualidad entre tu dedicación a la ciencia y tu convicción "filosófica" de que al fin y al cabo todo son experiencias vividas ?

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  3. Hola de nuevo. Bueno respondiendo a lo que me preguntas, comentar que sí que podemos estar seguros en más del 0% en lo que ocurrirá, pues para eso sirve la experiencia, para darnos una probabilidad de lo que pasará en el futuro. El porcentaje exacto de que algo vuelva a ocurrir es difícil de cuantificar. No obstante sí que se puede dar un valor aproximado. Por ejemplo, la experiencia nos dice que mañana va a amanecer, puede que ocurra o puede que no. ¿Qué probabilidad tenemos de que sí amanezca? Bueno pues si tenemos en cuenta los millones de años que lleva sucediendo lo mismo, podemos afirmar que la probabilidad de que amanezca mañana es del 9.99999999999....%. Es decir la experiencia nos dice que amanecerá pero existe la mínima posibilidad de que no. Esto es lo que diferencia a la ciencia de la magia.

    Respecto a la segunda pregunta, simplemente intento enfocar la ciencia desde otra perspectiva. Es decir, la ciencia de ayer únicamente nos sirve para abrir la mente y para obtener como conocimiento un conjunto de experiencias pasadas que nos pueden servir para descubrir la experiencia del presente y posiblemente la del futuro más próximo.

    Por cierto, ¿en la actualidad hay muchos seguidores del budismo zen o es una minoría? ¿Se sigue escribiendo en base a sus pensamientos?

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  4. Roberto,
    creo que casi todo el mundo (incluídos, claro está, los científicos), dirían que tienes razón: dado lo que sabemos, y las veces que se ha repetido la salida del sol, tenemos una altísima probabilidad de que sea así.
    Sin embargo, Jume no estaba en absoluto de acuerdo, y desde un punto de vista lógico, no es cierto. Dando por supuesto que la teoría de la probabilidad fuese válida, ¿cómo puedes calcular la probabilidad de que salga el sol mañana? Intenta exprersarlo en una relación matemática probabilística (similar a la de que tienes un medio de probabilidades de que el dado caiga en un número par). Pero, es más, imagínate que Hume te preguntase: ¿cómo sabes (lógicamente), o, qué probabilidades hay de que las leyes newtonianas sigan vigentes mañana? ¿Qué podrías contestarle? Cuando creemos que las cosas se seguirán comportando igual es porque damos por supuesto ("postulamos") que la naturaleza se comporta siempre de forma constante o regular. Pero esto es algo que no podemos demostrar a partir de los hechos, pues estaríamos incurriendo en un círculo... No sé si me he explicado.

    Respecto de lo que me preguntas del zen... bueno, muchos muchos no hay, pero es una "filosofía" que lejos de morir está en cierto auge, aunque, desde luego, en occidente no mucho. Sí se sigue escribiendo a base de sus pensamientos. De hecho, la mayor parte de la filosofía que se hace en Japón (que aquí, desde luego, no es nada conocida), se basa de alguna forma u otra en el pensamiento zen. Hay autores que han intentado acercar el zen (y otras tradiciones orientales) al pensamiento científico occidental. Hubo un libro, muy famoso, hace pocos años, que puedes leer si no tienes nada mejor que hace. Se titula "El tao de la Física" del Frijot Cappra (un científico y aficionado a las filosofías orientales). En él se defiende que muchos conceptos de la física cuántica del siglo XX (como la no-localidad de las partículas, o el duo onda-corpúsculo) tienen paralelos en esas filosofías.
    También otros científicos de renombre se han aficionado últimamente a los orientales. Por ejemplo, David Bohm o I. Prigogine (premio nobel de química).
    Un saludo!

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